Un día cayo de los cielos, sin necesidad de ningún rezo
Un día sonó la trompeta, sin ángeles que la soplen
Ese día llego ella, tan temida y olvidada
Ese día sonreí mientras soñaba
Vuelta y media dio ese plato
antes de caer predecible mente al suelo
Ni siquiera atinar a agarrarlo
se volvió un show un tanto siniestro
Un abrazo frío apretó mi espalda
mientras yo solo me reía
Dos penas se desintegraron
sin siquiera llegar a sentir vida
No es la soledad la que desespera
es la mediocridad la que aprieta
no son los ecos los que duelen
es la resignación la que gano la carrera
Mi sangre calentó su mundo
ese húmedo y frió mundo lejano
Hoy la suya se huele en el aire
y otro homúnculo levantara esos pedazos
Pero, si la venganza esta completa
si mi tarea a terminado
entonces por que se siguen moviendo?
Por que siguen temblando mis manos?
Alejandro
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