miércoles, 6 de enero de 2021

Un dia, una noche, medialuna

 


Una dia como varios, pero como ninguno

Una noche calurosa y sin embargo erizaba mi piel

Y una luna, que acompañaba, guiaba, despedia, consolaba

la misma de hoy, de mañana, de ayer


Primitivo es el casi reflejo, que lleva a buscar consuelo en las alturas

Mas no por eso carece de oidos, para escuchar siempre mis desventuras

Temores y amores, paralizantes por igual

Sueños, y penares, todos dignos de contar


Es curioso, como ante la busqueda de una mano a agarrar

de esos brazos que a uno envuelven, o ese aroma que emociona

Son los ojos los que responden, enfoncando o al pasar

Y es de nuevo la luna, la que me ve, me escucha, y no perdona


Me persigue, me invita, no me deja huir de lo que siento

de se amor que duele por la distancia, de ese extrañar onomatopeyas

Me ata, me endereza, me retiene en mi asiento

Me recuerda sus besos, abrazos, y el mirarla como  cuando miro las estrellas


Resulto guardiana, vigilando cada paso a realizar

quedandose despierta hasta tarde, y estando ahi incluso al madrugar

Me pregunto si se reira, al haberme escuchado tantas veces blasfemar

Me pregunto si sonrie, al verme de nuevo volver a amar.