domingo, 11 de septiembre de 2011

Un día corriendo


Cansado de que mis sueños se mezclen con mis sabanas
Decido saltar de la misma y correr
Mis pies chocan con el frió sostén del mundo
y se enfrentan con ese deseo de volver a su refugio
No los dejo, tengo que correr, tengo que correr
Una herida vieja, al poco tiempo llama a mi cabeza
la sangre me va a retrasar, así que me deshago de ella
ya en calor, no paro de abrir puertas
solo para que se cierren al pasar
en el camino abro ventanas, dejo entrar el aire
mas allá de que no me quede, y así poderlo disfrutar
Tengo que correr, tengo que correr
les digo a mis piernas que piden clemencia
tengo que correr, tengo que correr
que adelante esta la incertidumbre, pero atrás la demencia
Pasan las horas, los días, los meses
escucho sus plegarias, decido parar
Veo que sigo siendo el mismo, pero al menos ya no estoy en el mismo lugar
Alejandro

No hay comentarios: